Cuando la provincia canadiense de Ontario comenzó en el
Los resultados se compararon con los datos de otras provincias, donde los programas de vacunas siguieron concentrándose en los grupos de riesgo y sus contactos.
Desde el inicio hasta el final del estudio (1997-2007), el uso de la vacuna aumentó del 18 al 38 por ciento en Ontario y del 13 al 24 por ciento en otras provincias.
El equipo informó también que en Canadá, la cantidad de recetas de antibióticos respiratorios tendió a disminuir después del 2000.
Pero tras la implementación del programa de vacunación antigripal universal en Ontario, la cantidad de recetas de antibióticos asociados con el tratamiento de la influenza en esa provincia bajó un 64 por ciento (de
"Esa reducción relativa del 64 por ciento se traduce en unas 144.000 recetas de antibióticos respiratorios que 'se evitaron'" a través de la implementación anual del programa de vacunación universal.
Antes del 2000, el uso de antibióticos para la influenza representaba el 2,7 por ciento de los casi 22,8 millones del total anual de recetas de esos fármacos respiratorios en Ontario, mientras que después del 2000, esos antibióticos concentraron apenas el 1,1 por ciento de casi 50,2 millones del total de esas recetas.
Pero en el resto de las provincias, los porcentajes correspondientes se mantuvieron sin cambios (el 1,4 por ciento de los 34 millones de recetas antes del 2000 y el 1,5 por ciento de los 76 millones después).
Esos resultados, sostuvo el equipo, demuestran que el programa de vacunación contra la gripe de Ontario tiene "importancia para la salud pública y para la medicina, lo que indica la capacidad de la inmunización universal para reducir el uso de antibióticos para la influenza".
Fuente: Reuters
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